Polémica. PTS de Bregman contra la Coordinadora BFS y la unidad de los organismos de Derechos Humanos

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Desde la Red Ecosocialista en el MST y en la Coordinadora Basta de Falsas Soluciones queremos responder a las calumnias y tergiversaciones que publica el PTS/Alerta Roja en su artículo “¿Lucha antiextractivista sin denunciar a los gobernadores?”. Lamentablemente, en lugar de abrir un debate fraterno/sororo y estratégico entre corrientes que se reclaman anticapitalistas, nos encontramos ante un texto plagado de falsificaciones políticas, cuyo verdadero objetivo es intentar erosionar a la única coordinadora socioambiental y anti-extractivista independiente de todos los gobiernos que existe hoy en Argentina.

El artículo del PTS está firmado por una militante a la que nadie en la BFS conoce. Por supuesto, cualquiera tiene derecho a opinar, pero es difícil no sentir cierta vergüenza ajena ante quienes, sin participar en ninguna de las comisiones, actividades ni espacios de construcción cotidiana, se arrogan la autoridad para opinar sobre una coordinadora que no conocen. Una clásica operación de “hablar sin saber”.

No es la primera vez que el PTS, como organización, recurre a maniobras, falsificaciones e inventos para atacar al MST y a la Red Ecosocialista, con el objetivo de debilitar un proceso que no pueden controlar. En este caso, el blanco es la Coordinadora BFS, que forma parte del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia desde hace dos años a través de la participación activa de activistas autoconvocadxs, y que, junto a más de 40 organismos y organizaciones de derechos humanos, participó con fuerza y convicción de la histórica y masiva movilización del 24 de marzo en Plaza de Mayo, una de las más importantes de los últimos años.

Como en toda operación de calumnias, el PTS se apoya en la lógica del “miente, miente, que algo quedará”. Pero no vamos a dejar que sus campañas de difamación siembren confusión. Por eso, en este artículo queremos no sólo desmontar sus argumentos con información real y comprobable, sino también interpelar a la militancia de base, a lxs activistas del movimiento socioambiental, de derechos humanos, y también a los militantes honestos del propio PTS. Porque no todo el mundo dentro del partido de Bregman y Del Caño comparte esta política divisionista, aparatista y funcional a la autoproclamación.

Estamos convencidos de que hay otro camino: el de la unidad en la lucha, la construcción colectiva y democrática, y una estrategia para dar vuelta todo al servicio de las grandes causas de nuestro tiempo. Esa es la que defendemos desde la BFS y desde la Red Ecosocialista.

La unidad del 24M fue una conquista histórica

El artículo critica con liviandad lo que fue un hecho político trascendental: luego de 20 años, logramos que la Mesa de Organismos de DD.HH. y el Encuentro Memoria Verdad y Justicia convocaran a una marcha unitaria, con un acto masivo y un documento consensuado con independencia de todos los gobiernos, contra el negacionismo de Milei, la represión de Bullrich y la reivindicación del genocidio por parte de Villarruel.

Nosotrxs, junto a la mayoría de los organismos de DD.HH. peleamos hasta el final para evitar una ruptura que hubiera sido funcional a los planes del gobierno de dividirnos y debilitarnos

El documento fue correcto e independiente

A diferencia de lo que afirma el artículo, el documento leído el 24M en Plaza de Mayo fue claro, contundente e incorporó reivindicaciones que durante décadas no figuraron en los actos. Se exigió la apertura de los archivos desde 1974 hasta 1983, incluyendo los crímenes de la Triple A bajo el gobierno de Perón. Se reclamó justicia por Julio López, desaparecido en democracia bajo el gobierno de Néstor Kirchner. También se mencionó a Mariano Ferreyra, asesinado por la burocracia sindical kirchnerista. Se denunció la ley antiterrorista de Cristina.

El PTS no solo miente sobre el contenido del acto unitario, sino que su argumento hace agua por todos lados. Dice que nombrar al RIGI no alcanza y lo más ridículo es que el documento nombra mucho más que el RIGI “a secas”: denuncia el DNU, la Ley Bases, el extractivismo, los crímenes ambientales, la represión, la militarización de los territorios y hasta exige respeto a los pueblos originarios muchas veces olvidados por los organismos. Se exigió el no pago de la deuda con el FMI, y se reclamó un paro general y plan de lucha a las centrales sindicales. Además de plantear que Milei y Bullrich se tienen que ir, que es clave hoy. Todo eso, con absoluta independencia política de todos los gobiernos. Es decir: están buscando excusas para tapar su decisión política de autoexcluirse, con una crítica falsa y deshonesta.

Además, el documento también exigió justicia por Santiago Maldonado, Rafael Nahuel, Facundo Castro, Elías Garay, Luis Espinoza, Facundo Molares, Florencia Morales, y todos los casos de represión estatal, incluyendo los trabajadores de frontera Iván Torres y Fernando Gómez, asesinados en Salta y Jujuy. Se reafirmó el reclamo por juicio y castigo a los responsables políticos de la masacre de Avellaneda, es decir, contra el Estado y los gobiernos.

Entonces, ¿de qué hablan cuando dicen que “no alcanza”? Lo que no les alcanza es su argumento para sostener la división. Tienen que inventar una realidad que no existió.

No fue un texto “peronista” ni conciliador. No se capituló ante ninguna bandera. Fue un documento clarísimo, fruto de un acuerdo político entre organismos históricos de derechos humanos que permitió una acción unitaria con verdadero peso de masas. El peronismo, atravesado por su peor crisis y enfrascado en peleas internas, no ocupó la Plaza. El documento fue leído por Madres, Abuelas, Adolfo Pérez Esquivel (Premio Nobel de la Paz) y acompañado en el escenario por el papá de Pablo Grillo y el hermano de Santiago Maldonado.

Gracias a la acción unitaria de la casi totalidad de las organizaciones del EMVJ, la BFS y el MST, 500 mil personas escucharon un documento contundente que denunció el ajuste, el extractivismo, la represión y ponderó la lucha socioambiental, entre muchos otros puntos clave. Y el colmo: las fotos que hoy sube el PTS y sus figuras para mostrarse “en la Plaza” son justamente de esa misma movilización unitaria que se negaron a construir y que intentaron sabotear. 

El PTS lo que no cuenta y omite en su artículo es que a 49 años del golpe de estado, con un gobierno protofascista que intenta arrebatarnos todas las conquistas democráticas, intentó romper el EMVYJ porque no aceptó ser minoría, usurpó sus redes sociales, hizo un acto marginal y electoral con PO en un rincón de la plaza, se perdió de ser protagonista en una movilización de masas, de ser parte de un hecho histórico como lograr la unidad de las abuelas y las Madres de Plaza de Mayo y ahora sale a decir que todo este circo fue porque el documento no nombraba a los gobernadores, parece chiste pero no lo es.  Actuó como el alumno que, enojado por no poder ser delegado del curso, se lleva la pelota, arma su propio recreo en una esquina y después acusa a todos de haber saboteado el juego. 

Jugaron el rol que hace 20 años jugó el peronismo: dividir a los organismos de derechos humanos. Con una diferencia: el PTS lo intentó… pero no pudo.

Sí denunciamos a los gobernadores, todos los días

La BFS, la Red Ecosocialista y decenas de asambleas, organizaciones y colectivos fuimos los primeros en señalar a Kicillof como el gobernador del RIGI en Buenos Aires, en denunciar el pacto con la empresa sionista Mekorot, y en poner nombre y apellido al saqueo: Jalil, Arcioni, Sáenz, Morales, Alicia Kirchner, Perotti, Capitanich, entre otros tantos responsables del extractivismo y la represión. No necesitamos que el PTS venga a darnos clases: denunciamos a los gobernadores con campañas, actos, movilizaciones y un programa anticapitalista real. Todos los días.

Pero también entendemos algo que el PTS parece olvidar: que la denuncia sin orientación política, sin estrategia ni vínculo con el movimiento real, no alcanza. ¿De qué sirve un discurso inflamado si se reduce a una foto testimonial entre dos o tres partidos de izquierda que le dan la espalda a 49 años de lucha de los Organismos de Derechos Humanos?

La tarea es otra: construir una alternativa de poder que articule las luchas socioambientales con las obreras, feministas, juveniles, originarias. Y eso no se logra con autoproclamación ni con marginalidad militante, sino con política revolucionaria y estrategia.

El PTS debería responder con honestidad: ¿Desde cuándo las posiciones revolucionarias se validan en un actito paralelo, en vez de medirse por su capacidad de influir en el curso real de la lucha de clases?

Por otro lado ¿IS-Ambiente en Lucha que tuvo la misma orientación que el PTS opina lo mismo sobre la BFS y el 24? Debería aclararlo, porque es grave lo que se está diciendo y de las fake news entre luchadores, no se vuelve.

Las luchas socioambientales y el lugar de la  BFS y la Red Ecosocialista

Uno de los ejes del ataque del PTS es la Coordinadora Basta de Falsas Soluciones (BFS), Pero, una vez más, lo hace desde la falsificación. El PTS no participa activamente en ninguna de las comisiones de trabajo de la Coordinadora. Las pocas veces que se acercó fue con una actitud divisionista: intentando paralelizar, burocratizar y forzar su línea sin construir nada colectivamente. No articula con las organizaciones ni con lxs activistas que, de forma autoconvocada, sostienen día a día la BFS con compromiso y convicción. Subestimar ese trabajo real, militante y desde abajo, solo porque no responde a su aparato, no es solo autoritario: es profundamente despectivo hacia compañerxs que dedican su tiempo, energía y convicciones a construir una alternativa frente al colapso ambiental.

De hecho, nadie en la Coordinadora conoce siquiera a la autora del artículo del PTS, lo que habla por sí solo. La BFS no es ni ha sido jamás un apéndice de la Red Ecosocialista/MST ni de ninguna organización. Es un espacio diverso, plural y democrático, donde confluyen autoconvocadxs, activistas ambientales, referentes de asambleas, comunidades originarias y militantes de distintas tradiciones políticas. Desde la Red Ecosocialista participamos con orgullo desde el primer día, no para dirigir, sino para sumar.

Que el PTS ataque sin participar, que intente restar legitimidad desde afuera, que haya querido dividir el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia e impedir la construcción de una movilización histórica como la del 24 de marzo, no sorprende. Es coherente con su historia política: durante años desestimaron la lucha ambiental como una agenda menor, “pequeño burguesa”. Estuvieron ausentes en la pelea contra Monsanto, en las acciones por la libertad de Vic ante la represión del gobernador facho de Chubut, y en cada uno de los documentos colectivos que impulsamos desde la BFS.

La Red Ecosocialista fue la primera agrupación trotskista en comprender, elaborar y militar una estrategia ecosocialista desde la lucha por los bienes comunes. No llegamos con modas post-pandemia ni inventamos siglas marketineras: fuimos parte de la pelea desde el principio, con el cuerpo, en la calle y en la elaboración programática.

Como no participan, atacan. Como no pueden conducir, intentan minar. Pero no lo logran: la BFS crece con trabajo real, con debates y diferencias, pero con una perspectiva común: enfrentar al extractivismo y al negacionismo de Milei desde una coordinación unitaria, callejera e independiente.

Ojalá reflexionen. Ojalá cambien. Pero si no lo hacen —y somos escépticxs—, invitamos a quienes simpatizan honestamente con esa organización o sus figuras a pensar con cabeza propia. Hay otro camino: uno colectivo, unitario y consecuente. Y lo estamos construyendo, entre muchas y muchos.

La unidad se construye con hechos, no con frases

Paradójicamente, el artículo del PTS cierra con una frase que nos da la razón: “debemos priorizar la unidad de acción sin oportunismo y hablando claro”. Justamente eso fue lo que impulsamos desde la BFS: una movilización unitaria y masiva contra el extractivismo, el RIGI y el gobierno de Milei, sin sectarismo ni actos testimoniales. Mientras tanto, quienes declaman la unidad terminaron autoexcluyéndose, junto al PO e IS, para hacer un acto marginal, rompiendo con el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia. ¿Esa es su idea de unidad?

El PTS se enreda en su propia contradicción: defiende en el discurso lo que se negó a construir en la realidad. Eligieron marginarse, lejos de los organismos de derechos humanos, los movimientos sociales, las asambleas y los miles que marchamos juntos.

La historia no se repite, pero a veces rima

El sectarismo no es nuevo en la izquierda. En los años ‘30, frente al ascenso del fascismo, el estalinismo se negó a la unidad de acción con la socialdemocracia. Esa negativa facilitó el avance del nazismo ante una resistencia dividida. La historia no se repite igual, pero a veces rima: dividir cuando hace falta unidad, priorizar el aparato sobre la lucha común, calumniar para ocultar el aislamiento. Errores conocidos, que siempre se pagan caros.

Hoy enfrentamos una situación crítica. La ultraderecha avanza con ajuste, saqueo y negacionismo. En este contexto, necesitamos una izquierda fuerte, combativa, unitaria y con un proyecto ecosocialista. Desde el MST y la Red Ecosocialista apostamos a eso: a sumar, a crecer, a transformar sentidos. No a encerrarnos en sectas testimoniales ni a dividir por mezquindades. Mucho menos a difamar a quienes enfrentan con coherencia y coraje al poder.

Por eso es una pena que, en este contexto, el PTS elija replegarse. Porque con sectarismo y cobardía no se disputa nada: se le regala la iniciativa a quienes se dice combatir. Y hacerlo justo cuando la moneda está en el aire es todavía más grave. Porque la situación no está definida. Y aunque, claro, Milei no es Hitler, ni Trotsky está entre nosotros, ni el PTS es el estalinismo, hay algo que conviene no olvidar: la política revolucionaria no se define por analogías mecánicas, pero sí por las lecciones estratégicas. Trotsky insistió una y otra vez en la necesidad de unir fuerzas en la diferencia frente al avance del fascismo. No por romanticismo, sino porque entendía que la pasividad ante el peligro tenía consecuencias irreversibles.

Por eso no se trata de chicanas. Se trata de aprender. Y cuando se comete un error político tan serio como darle la espalda a la movilización unitaria del 24 de marzo, no se lo debe encubrir con difamaciones, sino reconocerlo y corregirlo. Eso es lo que hacen lxs luchadores verdaderos: no buscan tener razón por ego, ni ganar debates vacíos, sino empujar con todo para que el movimiento avance, enfrente a Milei, a sus cómplices en las provincias, en los sindicatos, en las universidades, en el movimiento socioambiental. Y, en última instancia, al capitalismo extractivista, que es el verdadero obstáculo para una transición justa, democrática y ecosocialista.

Desde el MST y la Red Ecosocialista, articulando esfuerzos en la BFS y el EMVJ, vamos a seguir insistiendo —cabezaduramente si hace falta— en esa orientación. Porque es la que puede hacer crecer a la izquierda, fortalecer las luchas y construir una alternativa real, revolucionaria y transformadora.

Jessi Gentile, coordinadora de la Red Ecosocialista y activista de BFS

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