Walter Pasko (41), el contador señalado como la cabeza de una usina de facturas truchas contra el estado en Chaco, se entregó en la mañana del viernes, luego de la explosión del caso que investiga una presunta asociación ilícita con posibles nexos entre piqueteros locales.
Pasko llegó a las oficinas de Gendarmería Nacional en Resistencia junto a su abogado, y se puso a disposición de la justicia, según confirmaron fuentes judiciales a Clarín.
Su esposa, Diana Yael Daniel, es abogada y trabajó en el ex Instituto de Agricultura Familiar y Economía Popular (IAFEP), una usina estatal que está siendo investigada por presuntos manejos irregulares para beneficiar económicamente a grupos piqueteros cercanos al poder durante los años de Jorge Capitanich como gobernador. Pasko, de quien la justicia pidió su detención, se encuentra prófugo actualmente.
Según la investigación encabezada por el fiscal Patricio Sabadini, Pasko habría utilizado los datos fiscales de algunos de sus clientes para emitir facturas apócrifas y crear organizaciones que le facturaban al estado. Una de ellas vinculada al piquetero Ramón «Tito» López, también detenido desde el año pasado acusado de lavado de activos.
Su esposa, Diana Yael Daniel, es abogada y trabajó en el ex Instituto de Agricultura Familiar y Economía Popular (IAFEP), una usina estatal que está siendo investigada por presuntos manejos irregulares para beneficiar económicamente a grupos piqueteros cercanos al poder durante los años de Jorge Capitanich como gobernador.
Ayer había quedado detenido Fernando Ayala, un coordinador de movimientos sociales que era uno de los cabecillas de la organización. En videos que la justicia había hallado en su teléfono móvil aparece junto a varios de sus socios recibiendo y contando pilas de bolsos de dinero en su casa. Incluso cargándolos junto a sus hijos.
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