Carlos Moreno: La proximidad y la densificación son clave para pensar las ciudades del futuro

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El renombrado urbanista franco-colombiano Carlos Moreno, creador del concepto de la “ciudad de los 15 minutos”, visitó Córdoba para disertar en la Conferencia Climática Internacional. Moreno proviene del mundo de las matemáticas y de las ciencias de la computación, especialidades que comenzó a combinar con el urbanismo para resolver problemas complejos que se plantean las ciudades.

El concepto de “ciudad de los 15 minutos» nació alrededor de 2010, en momentos en que trabajaba sobre el diseño de ‘Smart cities’ o ciudades inteligentes –donde la tecnología y la sincronización tenían un rol clave para mejoras en las ciudades–. “Sin embargo me di cuenta que la tecnología por sí misma no podía resolver problemas urbanos complejos como el cambio climático, la economía y el impacto social en los barrios, y allí surgió el concepto de ‘ciudad de los 15 minutos’”, recordó Moreno.

El urbanista colombiano decidió virar su enfoque hacia la organización de servicios urbanos, que permitirían acceder a una mejor calidad de vida: “Esto implicaba garantizar el acceso digno a la vivienda, la educación, la salud, el comercio local, el empleo y el esparcimiento. En ese marco la proximidad y la cercanía se convirtieron en un elemento clave”.

En 2015, con la Conferencia de París y el acuerdo para reducir la huella de carbono, Moreno identificó a las ciudades como principales contribuyentes de CO2 debido al transporte y el alto consumo energético de edificios. Entonces propuso que, si la forma de la ciudad cambiaba para que los servicios estuvieran mucho más cerca, se disminuiría la huella de carbono, se aumentaría la economía y el empleo local, y se tendrían barrios más habitables.

Moreno relató la configuración de barrios donde todo estaba cerca, desde tiendas y escuelas hasta espacios de juego en la calle. “Esa era la dinámica natural en ciudades latinoamericanas hasta los años 70. Sin embargo, esta naturalidad se perdió. La ciudad se desconfiguró y pasó de ser una ciudad de barrios a una ciudad de distancias, de tiempo, de desplazamiento”, indicó. Y agregó: “El automóvil individual se convirtió en un símbolo de estatus y las distancias se normalizaron, llevando a una ciudad segregada y fragmentada, donde la gente de menos recursos se alejaba y la de más recursos se encerraba por la inseguridad”.

El caso Córdoba

El urbanista colombiano analizó el caso de Córdoba, ciudad que tiene una extensa mancha urbana que identifica como el principal problema urbanístico. Moreno considera que en primer lugar hay que densificar y crecer para arriba. “La expansión urbana genera costos muy altos, inviables para los servicios esenciales como recolección de residuos, transporte público, seguridad, energía y saneamiento”, señaló. “Además, se suma el costo social del aislamiento para quienes viven sin servicios y dependientes de las distancias. Esta realidad va en contra de los paradigmas de sustentabilidad del siglo XXI”, añadió.

Por tal motivo, Moreno considera que crecer hacia arriba es fundamental y requiere una regulación arquitectónica y urbana. Esto significa aceptar la construcción de edificios de cinco o seis pisos que posean multiservicios en la planta baja como comercios, panaderías o carnicerías. Deben incluir un porcentaje de espacios verdes dentro de los edificios y crear espacios públicos verticales como balcones, rooftops o lugares colectivos y comunes. El objetivo es regenerar una interacción social en estos lugares verticales, evitando que los edificios sean “cajitas de conejos”. Además, el espacio público alrededor de los edificios debe ser para la gente, con parques, actividades culturales, espacios para niños y servicios cercanos como escuelas o cines al aire libre.

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