Hernán Bermúdez Requena: el operador criminal que infiltró el Tren Maya con protección

Compartir

El Tren Maya, uno de los proyectos más costosos y polémicos de la 4T, está nuevamente en el ojo del huracán. Una investigación de MCCI reveló que “La Barredora”, grupo criminal liderado por Hernán Bermúdez Requena, realizó negocios ilícitos vinculados a la construcción del tren.

Todo ocurrió mientras las autoridades federales, encabezadas por Adán Augusto López Hernández, prefirieron mirar hacia otro lado.

Bermúdez Requena, conocido por encubrir operaciones de huachicol en Dos Bocas, encontró en el Tren Maya una nueva oportunidad para expandir sus actividades delictivas. Lo más grave: familiares directos del propio Bermúdez trabajaban en el proyecto, evidenciando la infiltración del crimen organizado en las megaobras de Morena.

La Barredora y sus negocios en la obra insignia de la 4T

La investigación detalla que La Barredora obtuvo contratos y privilegios para transportar materiales, proveer servicios y controlar rutas estratégicas en zonas cercanas a la obra. Estos movimientos no solo generaron enormes ganancias, sino que sirvieron para lavar dinero proveniente de actividades ilícitas como el robo de combustible y la extorsión en Tabasco y Campeche.

Mientras tanto, los trabajadores del Tren Maya denunciaban retrasos, amenazas y cobros ilegales en regiones controladas por esta organización.

Sin embargo, las autoridades nunca actuaron para frenar la infiltración criminal. Esto confirma que el proyecto fue un campo abierto para la corrupción y la delincuencia.

Adán Augusto, cómplice por omisión

Durante su gestión como gobernador, Adán Augusto López tuvo conocimiento de estas denuncias. Sin embargo, decidió no intervenir.

Su silencio benefició directamente a Bermúdez Requena, con quien mantenía lazos políticos y personales. No es casual que lo haya protegido como secretario de Seguridad en Tabasco pese a sus antecedentes criminales.

El caso del Tren Maya confirma que Morena no solo fue incapaz de frenar al crimen organizado. También lo integró en sus propias obras.

En lugar de ser un símbolo de desarrollo, el Tren Maya se ha convertido en sinónimo de corrupción, destrucción ambiental y negocios oscuros del gobierno.

Un tren manchado por corrupción y crimen

El Tren Maya acumula sobrecostos, deforestación y pérdidas millonarias. Ahora suma el señalamiento de haber sido cooptado por grupos criminales bajo la mirada complaciente de Morena.

Bermúdez Requena no actuó solo. Sus familiares en la obra facilitaron contratos y movieron influencias para consolidar este esquema de saqueo.

Este nuevo escándalo demuestra que, lejos de traer progreso al sureste mexicano, el Tren Maya ha sido una mina de oro para corruptos y criminales cercanos al poder.

El silencio de Adán Augusto lo vuelve corresponsable de este desastre. Una confirmación más de que el proyecto estrella de López Obrador es, en realidad, un monumento a la impunidad.

Noticias Relacionadas