Paradójicamente, en un punto coinciden las administraciones de Javier Milei, en Argentina, y la de Miguel Díaz Canel, en Cuba. Opuestos en sus ideologías, los gobiernos coinciden en la necesidad de utilizar drones para mejorar la productividad de sus países y, principalmente, la agroindustria de esas naciones.
Mientras que en la comunista Cuba se hace hincapié en la necesidad de contar con esta fabulosa herramienta que permite explorar las tierras, utilizando imágenes e información mucho más precisas, a fin de obtener datos sobre el comportamiento de la floración, humedad del suelo, demandas de fertilización, acciones de fumigación, entre otras labores o procedimientos de atención cultural, que influyen y hasta determinan en los volúmenes de cosecha, en la liberal Argentina, se eliminan requisitos de licencias, cursos y habilitaciones para ciertos segmentos y establece la apertura de la formación a todos los centros e instructores del país, con lo cual se forma una incipiente actividad de servicios en muchas regiones de la Nación.
El Gobierno desregula el mercado de drones: ¿a quién beneficia?
El ministro de Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, explicaba a propios y extraños que con esta medida decidida por la ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil) se genera un «proceso de transformación hacia una aviación no tripulada más abierta, eficiente y alineada con los principios de desregulación y transparencia, sin descuidar la seguridad operacional».
Además, el funcionario explicó: «La resolución saca del medio al Estado en las operaciones de drones con peso inferior a 250 gramos en todo el territorio. Se deja de exigir licencia para drones inferiores a 25 kg., y en áreas rurales el uso también será totalmente libre», dijo el funcionario.
«Para ser claro, si querés operar un drone inferior a 250 gramos, sos libre de hacerlo como y donde quieras, el Estado no te va a molestar. Si querés invertir y operar drones en zonas rurales también: lo vas a operar bajo tu propio riesgo sin que el Estado (incluye a la ANAC) te pida, ni licencia, ni cursos, ni nada», añadió.
De esa manera se gana en precisión en la principal área productiva del país, teniendo en cuenta que con esta tecnología aérea se incluye una herramienta típica de la cuarta revolución industrial por la que está atravesando la Humanidad.
No es una herramienta tecnológica menor. Los drones se encuentran a la vanguardia de los avances tecnológicos en industrias como la agricultura, la construcción y la logística que están aprovechando las aeronaves para mejorar el rendimiento y optimizar las operaciones. Estos sectores utilizan drones para la toma de imágenes aéreas, la topografía e incluso la monitorización de las cadenas de suministro, mejorando así la productividad y la toma de decisiones.
Si bien tienen la mala prensa de ser utilizados para la industria armamentista y para cuestiones de espionaje, los vehículos aéreos no tripulados, son de enorme beneficio para la sociedad civil. Los ahorros obtenidos con la tecnología de drones tienen un efecto dominó en la creación de empleo y el crecimiento de la industria.
Especialistas apuntan que habrá puestos de trabajo que cambiarán por la automatización que producen estos aparatos, pero «surgen nuevas oportunidades laborales en áreas como la operación de drones, el mantenimiento, el cumplimiento normativo y el desarrollo de software», según explicaron. Esta transformación probablemente conducirá a un ecosistema próspero que fomente la innovación, promueva el desarrollo de habilidades y garantice una fuerza laboral sólida y preparada para la economía del futuro.
En el campo argentino, por ejemplo, se utilizan como drones pulverizadores y sembradores y las empresas vinculadas con su producción reportan un creciente interés que se refleja en ventas. Si bien las cifras totales para 2024 difieren según las fuentes, el denominador común es que se habría duplicado la colocación de drones para agricultura en el país respecto a 2023.
Recientemente, en Córdoba, la empresa HDT New Force anunció inversiones con tecnología de aviones no tripulados para ofrecer soluciones de seguridad y logística.
Se trata de una empresa que representa a una compañía china líder en drones. Fue creada para representar a DJI Enterprise,y comercializar drones con cámaras térmicas, altoparlantes, sensores láser, luces, y sistemas de vuelo automatizado con aplicaciones en seguridad, ganadería, protección civil y logística, entre otras.
En el mundo, el boom de la utilización de los drones se da en el mercado agrícola. Según un reporte industrial de mordorintellegence.ar, «el mercado de drones agrícolas está valorado en u$s5.40 mil millones en 2025 y se prevé que alcance los u$s12.70 mil millones para 2030» en todo el mundo
«Las rápidas reformas de certificación en Estados Unidos y la Unión Europea han acortado los plazos de entrega para la pulverización comercial, mientras que los despliegues a gran escala en China e India destacan un cambio decisivo de las pruebas piloto a las operaciones de ciclo completo», explica el informe.
«El hardware sigue siendo el ancla de los ingresos, pero la ola de software liderada por la analítica está impulsando nuevos modelos de servicio que reducen las barreras de entrada para las explotaciones agrícolas pequeñas y medianas. Los drones de peso mediano están avanzando en la curva de adopción a medida que los operadores buscan mayores volúmenes de tanques y mayor tiempo de vuelo. Al mismo tiempo, los incentivos gubernamentales para prácticas inteligentes en carbono monetizan cada vez más los datos que recopilan los drones, convirtiendo un centro de costos en una fuente de ingresos. Estas fuerzas convergentes subrayan por qué el mercado de drones agrícolas continúa superando a la mayoría de los segmentos de la agricultura de precisión».
Ejemplos de los beneficios que ofrecen las nuevas herramientas tecnológicas para la producción de un país proveedor de alimentos como la Argentina