Mar del Plata: allanaron la casa donde vivió el jerarca nazi en busca del cuadro robado, pero no lo encontraron

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En el marco de la búsqueda de la pintura “Retrato de una dama”, que el nazismo le robó a un coleccionista judío, la Policía Federal allanó este martes en Mar del Plata la casa de los descendientes de Friedrich Kadgien, un oficial de la SS que se instaló en Argentina luego de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la obra no fue hallada en el lugar.

El operativo se realizó luego de que el fiscal federal Carlos Martínez recibiera una alerta de Interpol y de la Aduana este lunes por la mañana, tras la denuncia de la presencia de una valiosa pintura del artista italiano Giuseppe Ghislandi en una vivienda del barrio marplatense de Parque Luro. Ante el aviso, Martínez abrió un expediente bajo la figura de presunto encubrimiento de contrabando, según lo previsto en el Código Aduanero.

“No está el cuadro, solo se secuestró una carabina y un revólver calibre 32”, declaró Martínez a la prensa luego del allanamiento en el domicilio de Padre Cardiel al 4100, donde se sospecha que permanecía el cuadro robado.

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Descubrieron en Argentina un cuadro robado por los nazis en la Segunda Guerra Mundial

Patricia, hija de Kadgien y dueña de la casa, y su esposo no fueron imputados, pero aseguraron que se presentarán ante la Justicia en las próximas horas, según informó su abogado, Carlos Murias. El medio marplatense La Capital señaló que ni la mujer ni su pareja manifestaron disposición a entregar el cuadro de manera voluntaria ni a dar indicios sobre su paradero.

Para avanzar con la causa, el fiscal Martínez requiere un requerimiento internacional desde Países Bajos, país que mantiene la base de datos de obras robadas durante la Segunda Guerra Mundial, en la cual figura “Retrato de una dama”.

El cuadro fue hallado a partir de una publicación de la casa en la página web de una inmobiliaria.

La pintura formaba parte de la colección de 1.100 piezas del comerciante judío Jacques Goudstikker, fallecido en 1940 mientras huía de los nazis. Su galería en Ámsterdam, que alojaba obras de Rembrandt y Vermeer, fue liquidada a “precios de saldo” entre jerarcas del Tercer Reich, entre ellos Hermann Göring.

La pieza del pintor italiano pasó luego a manos de Kadgien, un funcionario nazi cercano a Göring, que huyó primero a Suiza en 1945 y posteriormente a Sudamérica. Se radicó con su familia en Argentina y murió en Buenos Aires en 1978. Según documentos de la época, acumuló diamantes y obras de arte obtenidas mediante extorsiones en los Países Bajos.

Cómo reapareció en Mar del Plata un cuadro robado por los nazis en Países Bajos

La búsqueda de la familia Goudstikker comenzó a finales de los noventa y fue seguida de cerca por el diario neerlandés Algemeen Dagblad (AD). Durante más de una década, periodistas del medio siguieron la pista de Kadgien en Buenos Aires, sospechando que había saqueado obras de un coleccionista influyente en los Países Bajos. Sin embargo, las descendientes del jerarca nazi evitaron siempre responder sobre el pasado de su padre.

Con motivo del 80° aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, el medio continuó la investigación y envió a su corresponsal en Argentina, Peter Schouten, a Mar del Plata, con la dirección de una de las hijas de Kadgien.

El jerarca nazi Friedrich Kadgien.

Según relató Schouten a La Nación, vio una sombra moverse en el pasillo de la casa, aunque nadie respondió a la puerta. Notó un cartel de “se vende” y fotografió el contacto de la inmobiliaria. “Cuando scrolleamos en el sitio web, encontramos la casa y en la foto número cinco estaba el cuadro, colgado sobre un sillón. No lo podíamos creer”, señaló. Así confirmaron la presencia del retrato de una condesa italiana llamada Colleoni.

Tras el hallazgo, los periodistas Cyril Rosman y John van den Oetelaar contactaron a la Agencia del Patrimonio Cultural de los Países Bajos (RCE), que cotejó las imágenes con sus registros de obras saqueadas por los nazis. “No podían confirmarlo al cien por ciento, pero todo cuadraba: las dimensiones, la paleta, la composición”, explicó Schouten.

Afinidades inquietantes de la rendición de la Alemania nazi

Patricia Kadgien, que había puesto en venta la propiedad, rechazó hablar con la prensa neerlandesa. Según los periodistas, la mujer de 59 años pidió que le enviaran preguntas por escrito, pero luego afirmó no tener tiempo y finalmente los bloqueó.

Desde la década del noventa, Marei von Saher, nuera y heredera de Jacques Goudstikker, lidera un reclamo internacional por la restitución de la colección familiar. Consultada sobre la noticia desde Argentina, Schouten afirmó: “Ella está feliz y emocionada con este descubrimiento, y sigue luchando por la recuperación del arte robado. Tiene 81 años”.

TV/fl

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