El titular de Ford planteó que, sin impuestos, hay modelos más baratos en Argentina que en Chile

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El precio de los autos en la Argentina quedó en el centro de la escena hace tres meses, cuando el ministro de Economía, Luis Caputo, posteó en sus redes sociales que usaría “herramientas para defender a los consumidores” si las automotrices aplicaban incrementos por arriba de la inflación.

Esa lupa oficial sobre los precios de los vehículos llevó a que algunas automotrices terminaron postergando incrementos que tenían programados o bien los aplicaron mitad y mitad, para quedar debajo del radar del Palacio de Hacienda.

Sin embargo ahora con el dólar rozando los 1.400 pesos, no pocas automotrices que venden sus modelos en pesos ya comunicaron a sus redes de concesionarios incrementos en sus precios de lista que rozan el doble dígito. Las subas de precios son dispares, pero algunas son más parecidas a lo que subió la cotización del dólar en julio (13,8%) que al último índice de inflación (junio, con 1,6%) publicado por el Indec.

En ese contexto el presidente de Ford para Argentina y Sudamérica, Martín Galdeano, salió a defender la posición de las automotrices locales. “Es como cuando mirás el índice Big Mac con impuestos o sin impuestos. Con impuestos somos los más caros del mundo, pero sin impuestos estamos entre los más baratos”, dijo el ejecutivo, en una entrevista con Clarín en la fábrica de Ford, en General Pacheco. “Hay modelos como la Ford Territory que, si les quitás los impuestos, en Argentina cuestan lo mismo e incluso un poco menos que en Chile”, agregó.

Hace dos años que Galdeano reparte su tiempo entre Argentina y Brasil, ya que tiene su oficina principal en San Pablo. El miércoles asistió a un evento para festejar los 30 años transcurridos desde la presentación de la Ford Ranger, la pick up que sale de la fábrica de Pacheco y en cuya renovación Ford lleva invertidos 700 millones de dólares desde 2021. “Anunciamos que el plan de inversión que veníamos ejecutando lo aumentamos en 40 millones de dólares adicionales para hacer la versión cabina simple de la Ford Ranger. El lanzamiento será en el primer semestre el año que viene”, dijo Galdeano a Clarín.

La nueva Ford Ranger cabina simple, que sale a la venta en enero.

-Hay planteado un debate sobre lo que cuestan los vehículos en la Argentina.

-Claro. Nosotros estamos en Argentina, que es un mercado que tiene barreras arancelarias, entonces vos estás cobrando los autos más caros que en Chile, por ejemplo, que no tiene ninguna barrera. Nosotros hicimos un ejercicio donde agarramos los tres vehículos que más vendemos, la Ford Territory, Bronco Sport y Ranger. El caso emblemático es la Territory (N de la R, un vehículo importado desde China), que en Argentina vale alrededor de 40.000 dólares. Vale 10.000 dólares más que en Chile. Pero en esos 40.000 dólares de la Territory en Argentina hay más o menos 15.000 dólares de impuestos entre arancel de 35%, IVA, Ingresos Brutos, impuestos municipales, incluso impuestos internos en algunos casos. Eso es lo que incluye de impuestos una Ford Territory de 40.000 dólares, son 15.00 dólares de impuestos.

Ford Territory, fabricada en China, está entre los 20 modelos más vendidos en lo que va del año, según el índice de patentamientos.

-¿Y en Chile?

-Cuando yo voy a Chile, veo que vale 10.000 dólares menos, la Territory vale 30.000 dólares. Pero tiene 4.500 dólares de impuestos. Son 4.500 dólares de impuestos contra 15.000 en Argentina. De modo que la Territory, sin impuestos, vale igual o un poquito más barata que en Chile. Eso es algo que el cliente hasta lo puede ver. Pero además está lo que no se ve, que es cuánto tenemos de impuestos para producir y exportar, con una planta como la nuestra donde invertimos en los últimos años 700 millones de dólares, con 3.500 empleados en Argentina. Ese tipo de cosas es algo que está en nuestra agenda en las conversaciones con el Gobierno. Porque un mercado como el de Chile por ahí hoy le convendría mucho más ir a comprar a Tailandia o a China que comprarle a Pacheco.

-En los últimos años, cuando finalizaba el primer semestre, tanto este Gobierno como el anterior emitieron un decreto que desgravaba la retención de 4,5% a a las exportaciones denominadas “incrementales”. Este año eso todavía no ocurrió.

-Nosotros estamos con una ley que se llama Ley de Inversiones Automotrices (de 2022). Pero lo importante es que exportaciones como las nuestras y de la industria automotriz en general, que son de alto valor agregado, no tengan retenciones a las exportaciones en general. Entonces nos parece importante que en algún momento ésto se termine aprobando.

-El Gobierno acaba de transformar en permanente la rebaja de las retenciones al campo.

-Confiamos que este camino que se empezó de de baja de impuestos a la producción va a continuar en algún momento. Hoy nosotros, en un mercado global, competimos con nuestra producción sobre todo para exportar. Competimos en Argentina para el cliente nos elija en vez de a nuestros vecinos o o alguna otra fábrica que está cerca (Nde la R, en alusión a Volkswagen y Toyota), pero a la vez nuestra planta de Pacheco compite con otras plantas de Ford en el mundo para ser fuente de abastecimiento en mercados como el de México, por ejemplo, o Chile, que está acá al lado, un mercado abierto que puede importar de cualquier lado. ¿Por qué le compraría a Argentina? Nos compra si somos eficientes. Y la carga impositiva para producir y para exportar es entre entre 12 y 15 puntos.

-¿Cada Ford Ranger exportada incluye entre 12% y 15% de impuestos locales?

-De impuestos. Más o menos el 60% o 70% corresponde a Ingresos Brutos, tenés tasas municipales, tenés el Impuesto al Cheque. Hay algunos otros impuestos menores, pero esos son los tres principales. Entonces es importante seguir trabajando en eso. Lógicamente, para ser competitivo lo primero que tengo que hacer es yo es mi parte, tanto nosotros en Ford como la industria automotriz en general: invertir, traer tecnología, procesos. La planta que tenemos acá es igual que las que están en Sudáfrica, Tailandia, Estados Unidos e incluso la de China, donde fui en febrero. Hay que ver cómo hacemos para que combinar el esfuerzo público-privado para ser competitivos a la hora de exportar. Esa parte un cliente, el público en general en Argentina lo ve poco. Lo que normalmente la gente te reclama es que los autos están carísimos. Pero la parte de impuestos para producir y exportar la gente no lo ve. Lo único que ve es nuestra capacidad de invertir o generar empleo. Es la única parte donde por ahí lo ve.

-¿Van a producir una versión electrificada de la Ranger?

-Nuestra estrategia consiste en traer a la Argentina y a la región en general lo mejor que tenemos en el mundo. La Ford Ranger es la columna vertebral, así que estamos enfocadísimos en tener todo lo mejor, incluyendo un plan bueno de electrificación. Hoy no tenemos nada para contar, pero esa es la idea que tenemos.

-¿El RIGI es una herramienta válida para este tipo de inversiones?

-Un régimen como el RIGI que te da una previsibilidad de 30 años es fundamental para una industria como la nuestra. Hoy nuestro sector enfrenta algunas complejidades técnicas, cómo separar dos entidades legales, cada una con su CUIT fiscal. En la industria automotriz nos la pasamos hablando de impuestos porque somos grandes acumuladores de créditos fiscales por el tipo de negocio que tenemos, porque invertimos muy fuerte y porque exportamos gran parte de lo que hacemos. Si a esa complejidad le agregas que tenés que tener dos CUIT para un tipo de inversión, se terminan acumulando créditos fiscales en un CUIT y generando lo que se tiene que pagar en el otro CUIT. O bien acumulando créditos fiscales en los dos. Esa es la complejidad que enfrentamos en la industria automotriz, la cual a su vez produce bienes (vehículos) que son registrables. (El Estado) puede hacer un seguimiento de lo que hicimos, ya sea una camioneta electrificada, híbrida o lo que sea: viste donde fue exportada, donde fue vendida. No es un commodity que no se puede identificar y que por eso necesita un CUIT separado. Esa es una complejidad que hoy no podemos manejar, que tenemos que solucionar o discutir o conversar con el Gobierno para que se empiecen a ver proyectos de nuevas tecnologías en regímenes como el RIGI.

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