La convocatoria que lanzó el gobierno de Javier Milei a los gobernadores más dialoguistas tras la fuerte derrota en las elecciones bonaerenses es, por ahora, rechazada por casi todos los jefes provinciales, quienes además de desconfiar de que solo los llamen «para la foto», esquivan el convite con el argumento de que la campaña nacional ya está en marcha y muchos de ellos enfrentan a La Libertad Avanza en sus provincias.
Esa es una de las dos razones principales por las que los gobernadores que integran el frente Provincias Unidas y los peronistas más dialoguistas (que durante todo el año pasado apoyaron a Milei en el Congreso) ponen en duda asistir. La otra es más práctica y pocos la dicen en voz alta: irían solo si el oficialismo está dispuesto a «discutir» el reparto de fondos coparticipables, un reclamo que hacen desde principios de año.
El pasado lunes, tras perder categóricamente las elecciones locales de Buenos Aires, el Gobierno anunció que el Presidente había instruido al jefe de Gabinete, Guillermo Francos. Sin embargo, hasta este martes ninguno había recibido una invitación formal, según indicaron en varias provincias a iProfesional.
Igualmente, la mayoría son reticentes a reunirse en Casa Rosada. Dejan trascender que esperan, como señal de buena voluntad, que el Presidente no vete la ley que obliga al Ejecutivo a distribuir de forma automática los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) entre las provincias. Pero varios de ellos reconocen que, de cualquier forma, la campaña y la estrategia que eligió LLA dificulta cualquier acuerdo antes de las elecciones de octubre.
Gobernadores le dan la espalda a Javier Milei: ¿cuál es la razón principal que esgrimen en las provincias?
En el entorno de un gobernador que forma parte de Provincias Unidas remarcaron ante una consulta de iProfesional que «el 75% de los gobernadores está jugando en contra del gobierno» de cara a las legislativas nacionales de 26 de octubre, donde se elegirán diputados y senadores en todo el país.
«Ya estamos en campaña. No hay alianza transitoria que valga», respondió a este medio un asesor de otro gobernador que integra ese grupo, ante una consulta sobre el aparente intento de Milei de reconstruir los puentes que se rompieron en los últimos meses y que ya le valieron una seguidilla imparable de derrotas en el Congreso.
Al respecto, entre los jefes provinciales deslizan que esta situación no es por intransigencia propia, sino por la estrategia electoral que eligió Karina Milei, asesorada por los Menem, de ir a sus provincias y enfrentarlos con una lista pura de La Libertad Avanza. «El Gobierno cerró solamente con cuatro. Ya sean peronistas aliados, los kirchneristas que siempre estuvieron en frente o los dialoguistas, la gran mayoría ahora compite contra LLA», apuntan.
Se trata de la primera razón de peso para rehuir a la convocatoria que anunció el gobierno de Milei y que apunta principalmente a los gobernadores que armaron el frente Provincias Unidas para competir en sus distritos contra LLA y contra Fuerza Patria. Se trata de Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Ignacio Torres (Chubut), Gustavo Valdés (Corrientes), Carlos Sadir (Jujuy) y Claudio Vidal (Santa Cruz).
No obstante, la invitación del Gobierno a dialogar también incluye a los peronistas dialoguistas Raúl Jalil (Catamarca), Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Gustavo Sáenz (Salta). Todos están alejados del kirchnerismo y, a diferencia de los radicales Alfredo Cornejo (Mendoza), Leandro Zdero (Chaco) y el PRO Rogelio Frigerio (Entre Ríos), no cerraron un acuerdo con los libertarios para ir juntos a las elecciones de octubre.
El reparto de los ATN, el otro eje de la disputa en plena campaña: ¿habrá guiño de Milei?
De acuerdo a las fuentes consultadas ese es el motivo principal por el cual son reticentes a tener otra reunión con Francos o con Milei en plena campaña para legislativas de octubre y con el Gobierno en una clara situación de debilidad política.
Pero a eso se le suma que casi todos ellos comparten el malestar por el destrato que, según dicen, les dispensa el Gobierno nacional hace varios meses. Entre los gestos que más disgustaron fue la presunta falta de voluntad para encontrar un acuerdo sobre el reparto de fondos entre las provincias.
El fracaso de ese diálogo llevó a que impulsaran y aprobaran en el Congreso una ley que obliga al Ejecutivo a distribuir de forma automática el Fondo de ATN, que siempre se repartió de manera discrecional. Una herramienta de todo gobierno para negociar apoyo de las provincias.
Si bien la ley obliga al gobierno de Milei a desembolsar y repartir entre las provincias unos $250 mil millones, los gobernadores aseguran que en realidad no hay pérdida para la Nación porque es dinero que le corresponde a las provincias. Los más críticos acusan hace meses al ministro de Economía, Luis Caputo, de usar esa plata para «dibujar el superávit» fiscal.
La ley fue aprobada por la Cámara de Diputados el 20 de agosto pasado y el plazo para que Milei defina qué hará culmina el jueves. Si no la veta, quedará promulgada y las provincias empezarían a recibir ese dinero. Algunos de los gobernadores esperan a ver qué hace Milei y hasta lo ponen como condición para evaluar si reabren o no el diálogo con la Rosada, pero otros creen que igualmente la campaña electoral hace el acercamiento mucho más difícil, según pudo recoger este medio.
Mientras tanto, los seis gobernadores de Provincias Unidas se reunirán el próximo viernes en La Rural de Rio Cuarto, en una postal de campaña, pero también una demostración de fuerza y de capacidad para encarar el nuevo «armado federal», según adelantaron a este medio. Así, con o sin recursos, el clima entre ellos igualmente no parece favorable a Milei, al menos mientras dure la campaña electoral.
Qué dicen los gobernadores: Pullaro se endurece, Llaryora y Valdés desconfían y Jaldo no anda con vueltas
Dentro de Provincias Unidas uno de los que se muestra más crítico de Milei es Pullaro. Luego del anuncio de la convocatoria a gobernadores que hizo la Rosada, el santafesino sostuvo en redes sociales que «el Gobierno sigue sin escuchar, paralizado» y planteó que hay que «enfrentar ya los graves problemas del presente, porque en las casas de nuestra gente todo apremia» y agregó: «Desde Provincias Unidas sabemos cómo».
Este martes durante un evento fue incluso más duro al remarcar que «el bolsillo no alcanza y la gente lo siente en la calle», al tiempo que relacionó esta situación con las derrotas que sufrió La Libertad Avanza en Buenos Aires y previamente en Corrientes y criticó el estilo de Milei: «No se puede maltratar ni agredir; cuando se pierde la sensibilidad y la comunicación es muy agresiva, la gente te da la espalda».
Otros de sus pares se refirieron directamente a la convocatoria que hizo el Gobierno en los mismos términos. «No queremos un diálogo para la foto, sino un diálogo profundo donde podamos resolver y aportar nuestros puntos de vista», subrayó el correntino Valdés, mientras que Llaryora indicó: «Ya hemos tenido varias fotos vacías. Así como está planteada, la convocatoria es para la tribuna».
«Una reunión así debería tener preparación, debería tener acuerdos para luego materializarlos. Que te convoquen por un tuit, sin temario, aunque decidiéramos ir, sería una foto vacía», explicó Llaryora. Sin decirlo, pareció apuntar precisamente al enojo que persiste por la negativa de Milei a repartir los fondos que le reclaman.
Mucho más claro fue el gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, que no forma parte de Provincias Unidas. Jaldo fue el primer peronista que blanqueó su apoyo a LLA en el Congreso pero este año se distanció, precisamente por el desafío electoral que le plantearon los libertarios en su distrito. Sobre la convocatoria, señaló sin rodeos que quieren «discutir la coparticipación».
Jaldo señaló que si la administración de Milei piensa decirles a los gobernadores «lo mismo que hace dos años» ninguno va a concurrir porque ya tienen «muchas» fotos y necesitan «tener una propuesta concreta». Además, planteó que «la manera de convocar fue apresurada. Se dijo que llamaba a los gobernadores y a mí no me llegó nada todavía. Antes de citar a alguien hay que tener una propuesta concreta».
Así, la convocatoria que lanzó el gobierno de Javier Milei para tratar de reconstruir puentes con los gobernadores «del centro» tras la fuerte derrota en Buenos Aires arrancó mal. Muchos están atentos a lo que haga el Presidente con la ley que lo obliga a distribuir fondos, pero es la inminencia de las elecciones nacionales y la estrategia desafiante que eligió la tropa libertaria la que dificulta hoy el diálogo.